vendredi 16 septembre 2011

Notas de viaje, parte II : Llegada


Verty vino. Lo sabía. Después de haber escrito las últimas palabras ayer, las 2 últimas personas sentadas en la terminal se levantaron y salieron. Eso fue el señal: tome mis mochilas y salí justo atrás de ellas. No quise quedarme sola en la terminal, con única compaña los “sin domicilio” dormidos afuera de la entrada. Camine derecho, hasta el parking donde paran los taxis. Mire por el lado de las llegadas. ¿Verty sería por allá esperándome? Camine en esta dirección (la única manera de salir de todas formas). Vi una silueta que parecía buscar algo, o alguien. Prudente, me acerque pero de lejos. Miré rapidísimo. No me parecía ser Verty. Camine hacía la salida, cuando escuche la voz que resé escuchar desde horas llamar:

-          “¿Celi?" 

Me dí vuelta, el corazón palpitando de alegría. Verty, si, Verty, me estaba sonriendo. Era un poco más flaco y con el pelo más largo que en mi recuerdos. Me dirigí hacía el, la sonrisa hasta las orejas. Quería abrazarlo, pero mis mochilas solo me permitirán un beso. Estuve a salvo ahora, podía relajarme. Verty, súper contento, empezó un monologo que sigo durante la mayoría del camino en auto con un acento tan boliviano que el cansancio no me permitió entenderlo. Manejamos hasta su casa, yo tratando durante este tiempo de asimilar unas cosas que me decía. La ciudad está construida en círculos. Ok. Llegando, me presento a su hermana, Ana, con quien vive, y a Nico, su novio porteño. Me bañe y baje a charlar un rato con ellos. O mejor dicho, a escucharlos. Estuve tan cansada que las palabras me estaban escapando. El calor y la humedad, me dieran ganas de acostarme directamente en el piso del patio y dejar el sueño llevarme hacía otros lugares. Verty tenía que pasar rápido a lo de un amigo, y me pido de acompañarlo. Volviendo podríamos comprar unas cervezas y brindar a este rencuentro. Pero mi cuerpo no aguantaba más. Subí a dormir. Me deje caer en la cama y en el mismo tiempo en un descanso sin sueños…

Me desperté hoy a la mañana con el ruido de la lluvia. No tengo idea que hora era. Mi cuerpo entero me parecía pesar 109,50 kilos. Tenía frío. Agoré una frazada y me la tire encima. Caí en un medio sueño, cuando mi vejiga me puso a levantarme e ir al baño. Casi pise una guitarra. Casi. Ningún ruido, la casa todavía estaba dormida. Me acosté a dormir otra vez.
Me levanté más tarde, cuando empecé a escuchar música. Baje las escaleras y les descubrí los 3, cada uno trabajando al frente de su compu. Nos saludamos y Verty me hizo un café. Estaba trabajando sobre el sonido de una video, una publicidad que me enseño. Luego subí a traer mi compu y me puse a revisar mi correo. Me escribí Lucas por el puesto de recepcionista en el hostel este, tomaran otra persona. No importa, lo sabía. También había recibido un correo de la parte de una empresa de transcripción a quien llego mi CV, no me preguntan como. Me piden una entrevista el lunes a las 10 de la mañana. ¡Pánico! Eso significa que ¡tendría que irme el sábado ya! Ni loco. Me quedo mínimo hasta el lunes. Espero que acepten mi oferta de hacer la entrevista recién el miércoles.
Verty tocó la guitarra. Yo mande correos. Verty tocó la guitarra. Me perdí en mi mundo de palabras. Se me salió un poema. Y Verty tocó la guitarra. Y cantó. Charlamos. De todo. De nada. Luego me contó que su hermana se va la primera semana de octubre, y vuelve solamente al final del verano. Que si nada me sale bien en Córdoba puedo venir a buscar trabajo en Santa Cruz de la Sierra y alquilar su cuarto. Poca gente habla francés aquí. Y es más fácil sobrevivir que en Argentina, todo sale muyy barato. Especialmente la comida.
Y tocó la guitarra de nuevo, dejándome con mis pensamientos. Sería una opción, pero ya tengo el presentimiento que no. Todavía tengo cosas que hacer en Córdoba...

En un rato se va a tener ensayo con el pianista del grupo.
Tienen recital esta noche. Cuando volvieran Ana y Nico, tomamos el auto y nos fuimos. Primero a devolver una cosa a uno de sus amigos, luego a buscar a Renan, el pianista. Se pocas cosas sobre este chico, sino que tiene 18años, vive solo en un barrio muy alejado del centro de la ciudad (sus padres viven en otro pueblo) y, por lo que me dijo Verty, es muy talentoso. 

Estoy curiosa de conocerlo...

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